
Aunque no todo mal físico es causado por nuestras emociones, a veces puede suceder que el cómo nos sentimos afecte de forma considerable nuestro bienestar físico. En algunas ocasiones, esas afecciones son más notorias, y se manifiestan en nuestra piel.
Al estresarnos, nuestro cuerpo segrega algunas sustancias como: cortisol y adrenalina. De estas sustancias, el cortisol puede contribuir a una mayor producción de sebo en la piel, obstruyendo los poros y provocando el acné.
Sin embargo, no siempre es el estrés el causante de nuestras incomodidades en la piel. Existen algunos otros factores que pueden afectar y hacerte sentir incómodo cuando de granitos se trata.
A continuación te dejamos un Twist, que te ayudará a conocer más sobre los factores que afectan la salud de tu piel.
¿Cómo se manifiesta el estrés en la piel?
El estrés es molesto y por más que desees sacarlo de tu casa, parece no tener ganas de irse. Mientras más se queda, verás que en tu piel empiezan a verse cosas que no estaban ahí; acné, erupciones en la piel, enrojecimiento y en casos más graves eczemas, que además de enrojecimiento viene acompañada de comezón, o bien psoriasis, dejando ver piel seca en algunas zonas de tu cuerpo, mayormente en el cuero cabelludo.
¿Cómo saber si son granos por estrés?
Seguro te ha pasado que tienes una semana llena de cosas por hacer, y aunque sientes que estás gestionando bien, tu piel parece decir otra cosa; de la nada te sale un granito. Piensas qué pudo haber sido y haces un recorrido de los últimos días; ¿te lavaste la cara?, ¿comiste bien?, ¿olvidaste algún paso de tu skincare?. Todo parece estar en orden. Entonces, ¿qué fue?. Fueron los altos niveles de estrés que hicieron a tu piel cambiar sólo un poco, pero provocó marcas muy evidentes.
Pese a que el estrés es un factor importante, no todo lo que le sucede a tu piel es responsabilidad del cortisol. Los granitos desaparecen un tiempo después de que has estado sometido a mucha presión en tu día a día. Pero habiendo pasado el periodo de estrés, tu piel sigue teniendo problemas, es mejor que consultes a un dermatólogo, que te ayude a mejorar la condición de tu piel.
Si no has pasado por momentos de alto estrés, y los cambios en tu piel no son tan persistentes, fíjate en los cambios hormonales que está teniendo tu cuerpo; el ciclo menstrual, la pubertad o el embarazo. Los granitos también son una señal de cambios hormonales.
Cuando veas algún cambio en tu piel, por alguna de estas razones, lo más importante es que lo tomes con calma. Busca orientación para darle una buena limpieza a tu piel, con productos que sean aptos para tu problema en específico. Si has descubierto que todo tiene que ver con el estrés, intenta relajarte y busca las formas de hacerlo.
¿Dónde salen los granos por ansiedad?
Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Incluso en lugares que jamás creíste pudieran tener ese problema. A veces los encuentras en tu espalda, los hombros, e incluso, en algunos casos, los puedes encontrar en tu espalda baja. En glúteos o incluso en alguna parte de tu ingle. Si en estas zonas nota también comezón o laceraciones, es importante que consultes a tu médico para descartar otro tipo de padecimientos.
¿Cómo se llama la dermatitis por estrés?
Se le conoce como dermatitis atópica y se puede presentar en diferentes formas en la piel, ya sea como irritación, sequedad o comezón. Aunque no resulta un peligro para tu salud, si puede provocar muchas molestias, e incluso un impacto importante a tu autoestima.
Lo mejor que puedes hacer es relajarte. Puedes incluso buscar técnicas de relajación e invertir tiempo en cuidarla, en lo que la tormenta pasa.
¿Qué puedo tomar para bajar el estrés?
Lo primero por lo que deberías optar, es por buscar formas de relajarte. Puedes hacer meditaciones, practicar yoga o técnicas de respiración. Si el problema persiste, considera buscar a un profesional de la salud mental para ayudarte a gestionar tus emociones y pensamientos de manera más efectiva. Él considerará si necesitas algo más que sólo respirar y relajarte.
Recuerda que el estrés no es necesario para lograr todo lo que te has propuesto hacer en un momento determinado. Gestiona tus tiempos, date momentos de ocio y verás que tus resultados serán mucho más efectivos que pensar sólo en trabajo todo el tiempo y abrumarte con ello.